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miércoles, 25 de diciembre de 2013

Bhagavad-Gita: Capítulo V

 

 CAPITULO V: Karma Yoga: acción con conciencia de Krishna.

Bg 5.1 Arjuna dijo: ¡Oh, Kṛṣṇa!, primero me pides que renuncie al trabajo, y después me recomiendas de nuevo que trabaje con devoción. ¿Tendrías ahora la bondad de decirme definitivamente cuál de esas dos cosas es más beneficiosa?
Bg 5.2  La Personalidad de Dios respondió: La renuncia al trabajo y el trabajo con devoción son ambos buenos para la liberación. Pero, de los dos, el trabajo que se realiza a modo de servicio devocional es mejor que la renuncia a los trabajos.
Bg 5.3 Aquel que ni odia ni desea los frutos de sus actividades, es conocido como alguien que siempre es renunciado. Esa persona, liberada de toda clase de dualidades, supera fácilmente el cautiverio material y se libera por completo, ¡oh, Arjuna, el de los poderosos brazos!
Bg 5.4 Sólo los ignorantes hablan del servicio devocional [karma-yoga] como algo diferente del estudio analítico del mundo material [Sāṅkhya]. Aquellos que verdaderamente son eruditos dicen que aquel que se consagra bien a uno de estos senderos obtiene los resultados de ambos.
Bg 5.5 Aquel que sabe que la posición que se alcanza por medio del estudio analítico también se puede conseguir por medio del servicio devocional, y quien, en consecuencia, ve que el estudio analítico y el servicio devocional se hallan en el mismo nivel, ve las cosas tal como son.
Bg 5.6 La mera renuncia a todas las actividades, sin dedicarse al servicio devocional del Señor, no puede hacer que uno se sienta feliz. Pero una persona sensata que esté dedicada al servicio devocional, puede llegar al Supremo sin demora.
Bg 5.7 Aquel que trabaja con devoción, que es un alma pura y que controla la mente y los sentidos es querido por todos, y todos son queridos por él. Aunque esa pesona siempre trabaja, jamás se enreda.
Bg 5.8-9 Una persona con conciencia divina, aunque se dedique a ver, oír, tocar, oler, comer, desplazarse, dormir y respirar, siempre sabe para sí que de hecho no hace nada en absoluto, pues mientras habla, evacua, recibe, y abre o cierra los ojos, siempre sabe que sólo los sentidos materiales están ocupados con sus objetos, y que ella está apartada de ellos.
Bg 5.10 A aquel que ejecuta su deber sin apego, entregándole los resultados al Señor Supremo, no lo afecta la acción pecaminosa, tal como a la hoja del loto no la toca el agua.
Bg 5.11 Los yogīs, abandonando el apego, actúan con el cuerpo, la mente, la inteligencia, e incluso con los sentidos, únicamente con el fin de purificarse.
Bg 5.12 El alma firmemente consagrada logra una paz inmaculada, porque Me ofrece los resultados de todas las actividades; mientras que una persona que no está unida a lo Divino, que codicia los frutos de su labor, se enreda.
Bg 5.13 Cuando el ser viviente encarnado controla su naturaleza y renuncia mentalmente a todas las acciones, reside feliz en la ciudad de las nueve puertas [el cuerpo material], sin trabajar ni hacer que se trabaje.
Bg 5.14 El espíritu encarnado, amo de la ciudad de su cuerpo, no crea actividades, ni induce a la gente a actuar, ni crea los frutos de la acción. Todo esto lo efectúan las modalidades de la naturaleza material.
Bg 5.15 Y el Señor Supremo tampoco asume la responsabilidad de las actividades pecaminosas o piadosas de nadie. Sin embargo, los seres encarnados están confundidos a causa de la ignorancia que cubre su verdadero conocimiento.
Bg 5.16 Sin embargo, cuando uno se ilumina con el conocimiento mediante el cual se destruye la nesciencia, entonces su conocimiento lo revela todo, tal como el Sol ilumina todo durante el día.
Bg 5.17 Cuando la inteligencia, la mente, la fe y el refugio de uno están todos fijos en el Supremo, uno se limpia por entero de los recelos a través del conocimiento completo, y prosigue así por el sendero de la liberación, sin desviarse.
Bg 5.18 Los sabios humildes, en virtud del conocimiento verdadero, ven con la misma visión a un manso y erudito brāhmaṇa, a una vaca, a un elefante, a un perro y a un comeperros [un paria].
Bg 5.19 Aquellos que tienen la mente establecida en la igualdad y en la ecuanimidad, ya han conquistado las condiciones del nacimiento y la muerte. Ellos son intachables como el Brahman, y por eso ya están situados en el Brahman.
Bg 5.20 Una persona que ni se regocija al conseguir algo agradable ni se lamenta al obtener algo desagradable, que es inteligente en relación con el ser, que no se confunde y que conoce la ciencia de Dios ya está situada en la trascendencia.
Bg 5.21 Una persona así de liberada no se ve atraída al placer material de los sentidos, sino que, más bien, siempre está en trance, disfrutando del placer interno. De ese modo, la persona autorrealizada disfruta de una felicidad ilimitada, ya que se concentra en el Supremo.
Bg 5.22 Una persona inteligente no participa de cosas que son fuentes de desdicha y las cuales se deben al contacto con los sentidos materiales. ¡Oh, hijo de Kuntī!, esa clase de placeres tienen un comienzo y un final, y por eso el hombre sabio no se deleita con ellos.
Bg 5.23 Si antes de abandonar este cuerpo actual uno es capaz de tolerar los impulsos de los sentidos materiales y contener la fuerza del deseo y la ira, uno se halla bien situado y es feliz en este mundo.
Bg 5.24 Aquel cuya felicidad es interna, que es activo y se regocija internamente, y cuya meta es interna, es en verdad el místico perfecto. Él está liberado en el Supremo, y al final llega al Supremo.
Bg 5.25 Aquellos que se encuentran más allá de las dualidades que surgen de las dudas, que tienen la mente ocupada internamente, que siempre están muy ocupados en trabajar por el bienestar de todos los seres vivientes, y que están libres de toda clase de pecados, logran la liberación en el Supremo.
Bg 5.26 Aquellos que están libres de la ira y de todos los deseos materiales, que están autorrealizados, que son autodisciplinados y que se están esforzando constantemente por la perfección, tienen asegurada la liberación en el Supremo en un futuro muy cercano.
Bg 5.27-28 Evitando todos los objetos externos de los sentidos, manteniendo los ojos y la visión concentrados en el entrecejo, suspendiendo en las fosas nasales la inhalación y la exhalación —controlando así la mente, los sentidos y la inteligencia—, el trascendentalista que busca la liberación se libra del deseo, el temor y la ira. Aquel que siempre se encuentra en ese estado, sin duda que está liberado.
Bg 5.29 Una persona que tiene plena conciencia de Mí, que Me conoce como el beneficiario último de todos los sacrificios y austeridades, como el Señor Supremo de todos los planetas y semidioses, y como el benefactor y bienqueriente de todas las entidades vivientes, se libra de los tormentos de los sufrimientos materiales y encuentra la paz.
 
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