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martes, 12 de agosto de 2014

El yoga de Patanjali - Parte I



Yoga, jungere, jugum
No es fácil definir el yoga. Etimológicamente, el término yoga deriva de la raíz yuj, "unir", "tener apretado", "uncir", "poner bajo el yu go", con la que están igualmente en relación al latín iungere, iugum, el inglés yoke , etcétera. El vocablo yoga sirve en general para distinguir toda técnica de ascesis y todo mé todo de meditación. Evidentemente, tales ascesis y meditación han sido difere ntemente valoradas por las múltiples corrientes de pensamiento y movimientos místico s de la India. Existe un
yoga "clásico", expuesto por Patáñjali en su célebre trat ado, los Yoga-Sutra, y de este sistema ha de partirse para comprender la posición del yo ga en la historia del pensamiento indio. Pero junto a este yoga "clásico", existen inumerables formas de yoga "populares", asistemáticas, y existen igualmente ci
ertos yoga no brahmánicos (por ejemplo el de los budistas y el de los jaina).

En el fondo, el término mismo de yoga es lo que ha p ermitido tan gran variedad de significaciones: si, en efecto, Etimológicamente yuj significa "unir", es empero evidente que el vínculo en que ha de culminar esa acción unitiva presupone, como condición previa, la ruptura de los vínculos que ligan el espíritu al mundo. En otros términos; la liberación no puede ocurrir a menos que haya uno comenzado por sustraerse al circuito cósmico, sin lo cual no se llegaría jamás al reencuentro ni al dominio de sí
mismo (...) Lo que caracteriza al yoga no es solamente su aspecto práctico sino también suestructura
iniciática . Nadie aprende el yoga por sí solo; es necesaria la dirección deun maestro (guru). El yogui comienza por abandonar el mundo profano (familia, sociedad) y, guiado por su guru, se aplica a trascender sucesivamente los comportamientos y los valores propios de la condición humana. Se esfuerza por "morir en esta vida", y aquí se ve con máxima claridad la estructura iniciática del yoga.
Asistimos a una muerte seguida de un renacimiento a otro modo de ser: el representado por la liberación, por el acceso a un modo de ser no profano, dificilmente descriptible, que las escuelas indias expresan con diferentes nombres: môksha, nirvâna, asámskrta, etcétera.

Los Yoga-Sutra de Patáñjali
De todos los significados que asume la palabra yoga en la literatura india, la más precisa es la que se refiere a la "filosofía" del yoga(Yoga-darsana) tal como se exponeespecialmente en el tratamiento de Patáñjali, los Yoga-Sutra, así como en los comentarios al mismo. Un darsana no es, evidentemente, un sistema de filosofía en el sentido occidental (darsana = "visión", "comprensión", "punto de vista", "doctrina'', etcétera, de la raíz drs= "ver", "contemplar", "comprender", etcétera) Pero no por eso deja de ser un sistema de afirmaciones coherentes, coextensivo a la experiencia humana, a la cual trata de interpretar en su conjunto, con el fin de "liberar al hombre de la ignorancia". Según los términos del doctor J. F lliozat: "Estrictamente, darsana quiere decir modo del ver", aunque comunmente se traduce por sistema. El yoga es uno de los seis darsana , uno de los seis "sistemas de filosofía" hindús ortodoxos (donde "ortodoxos" significa tolerados por el brahmanismo, a diferencia de los sistemas heréticos, como por ejemplo el budismo o el jainismo). Y este yoga "clásico", tal como ha sido informado por Patáñjali e interpretado por sus comentadores, es también el más conocido en Occidente. Conviene, pues, comenzar nuestra exposición por una revista de las teorías y prácticas del yoga tal como las ha formulado Patáñjali en sus Yoga-Sutra.
Los Yoga-Sutra constan de cuatro capítulos o libros (pada): el primero, que contiene cincuenta y un aforismos (sutra), es el "capítulo sobre el éxtasis" (samâdhipâda); el segundo, con cincuenta y cinco aforismos, se denomina sàdhanapâda ("capítulo sobre la realización"); el tercero, de cincuenta y cinco
sutra, trata de los "poderes maravillosos" (vibhûti); el cuarto y último, el kaivalyapâda (kaivalya="aislamiento") tiene sólo treinta y cuatro sutra y constituye probablemente una edición tardía (...) En cuanto al autor de los Yoga-Sutra , nada se sabe de él. No se sabe siquiera si vivió en el siglo II a.C. o aun en el V de nuestra era. Ciertos comentarios indios, entre ellos el rey Bhoja (siglo XI) identifican a Patáñjali, el autor de los Yoga-Sutra, con Patáñjali el gramático, que vivía en el siglo II o I a.C. Este ú ltimo es autor de un "Gran Comentario" (Mahâbhâshya) al célebre tratado gramatical de
Pânini(...)

Sâmkhya y Yoga
El mismo Patáñjali confiesa (Y.S.,I,1) que no hace en suma sino publicar y corregir las tradiciones doctrinales y técnicas del yoga. Los círculos cerrados de ascetas y de místicos indios conocían, en efecto, esas prácticas mucho antes que él. Entre las recetas técnicas conservadas por la tradición, Patáñjali retuvo las que una experiencia secular había verificado suficientemente. En lo que concierne al marco teórico y al fundamento metafísico que Patáñjali da a tales prácticas, su aporte personal es mínimo: se limita a retomar en grandes líneas la filosofía del Sâmkhya, ordenándola a un teísmo bastante superficial. Los sistemas filosóficos de l Yoga y del Sâmkhya, se asemejan a tal punto que la mayoría de las afirmaciones del uno son válidas para el otro. Las diferencias esenciales son pocas: l) mientras que el Sâmkhya es ateo, el Yoga es teísta, ya que postula la existencia de un Dios supremo (Isvara); 2) mientras que, según el Sâmkhya, la única vía de salvación es la del conocimiento metafísico, el Yoga concede importancia considerable a las técnicas de meditación. (...) La tradición india considera al Sâmkhya el darsana más antiguo. El sentido del término Sâmkhya parece haber sido "discriminación", pues el objetivo principal de esta filosofía era disociar el espíritu (purusha) de la materia (prakriti) (...)

La "Esencia Creadora"
"Para el Sâmkhya y el Yoga, el mundo es real (no es ilusorio, como es, por ejemplo, para elVêdânta). Empero, si el mundo existe y dura, lo debe a la "
ignorancia" del espíritu: las innumerables formas del cosmos, así como su pr oceso de manifestación y
desarrollo, no existen sino en cuanto el espíritu, el Sí -mismo (purusha) se ignora en su propio ser y por esta ignorancia de orden metafísico sufre y queda subyugado. En el momento preciso en que el último Sí-mismo haya recobrado su libertad, en ese momento la creación en conjunto se reabsorberá en la sust
ancia primordial (...)

Los textos indios repiten hasta la saciedad la tesis de que la causa de la "esclavitud" del alma y, por vía de consecuencia, la fuente de los sufrimientos sin fin, reside en la solidaridad del hombre con el cosmos, en su participación -activa o pasiva, directa o indirecta- en la naturaleza. Traduzcamos; la solidarida d con un mundo desacralizado, la participación en una naturaleza profana. ¡Neti, neti¡, exclama el sabio de las Upanishad: "¡No, no¡ ¡Tú no eres esto, no eres tampoco aquello¡" En otros términos: tú no perteneces al cosmos caído, tal como ahora lo ves; tú no estas arrastrando necesariamente a esta Creación; necesaria mente, es decir, en virtud de la ley propia de tu ser. Pues el Ser no puede soste ner relación alguna con el No-ser, ahora bien; la naturaleza no posee verdadera realidad ontológica; en efecto, es devenir universal. Toda forma cósmica, por completa y majestuosa que sea, acaba por desintegrarse; el universo mismo se reabsorbe periódicamente, cuando acontecen las "grandes disoluciones" (mahâpralâya) en la matriz primordial (prakriti). Pero todo lo que deviene, se transforma, muere, desaparece, todo ello no pertenece a la esfera del ser; traduzcamos una vez más; no es sagrado . Si la solidaridad con el cosmos es la consecuencia de una desacralización progresiva de la existencia humana y, por consiguiente, una caída en la ignorancia y el dolor, el camino hacia la libertad conduce necesariamente a una desolidarización respecto del cosmos y la vida profana. (En ciertas formas del yoga tántrico, esa desolidarización está seguida por un esfuerzo desesperado por resacralizar
la existencia) (...)

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